Resulta ser que yo voy a mi peluquera una vez por mes. Ella además de mi peluquera es mi manicura, mi pedicura y además una amiga muy querida.
El mes antepasado por razones laborales mías, no pude atenderme o como dice ella a hacerme Espa. El mes pasado entre sus complicaciones laborales y las mías tampoco me pude ir a hacer el Espa. Y este mes ella está re ocupada con su trabajo y dos parientes internados muy jodidos de salud.
Cuando me atiende, siempre le digo, ¡no te olvides de cortarme el hombre lobo! Es que, ¿vieron? A uno le salen esas pelusas que ya están más para pelo de oreja de hombre lobo en las orejas que de ser humano. Y cuando están muy crecidas, dan una fea apariencia y seguramente a la gente que me ve, la sensación de que no somos de la misma especie.
Bueno, les contaré que aunque no tengo mucho pelo, ahora, después de tres meses sin cortármelo mi pelo ha crecido bastante y como es invierno y uno está siempre de gorra de lana, cuando me la saco, mi pelo está todo alborotado e imposible de peinar y ordenar… me parezco al político argentino Milei.
Del hombre lobo ¡ni les cuento! Baste decir que el otro día en el supermercado me acerqué a una góndola donde habían unos niños y cuando me vieron se aterrorizaron y salieron corriendo hacia donde su mamá.
En las cajas, la gente ni se me arrima, hay siempre como un metro entre los seres humanos y yo. Y las madres, agarran a sus niños chicos y les tapan los ojos para que no me miren. Y ni que hablar del resto de las personas, que me mira siempre de lejos con una mezcla de desconfianza y miedo… y siempre desde lejos.
Tengo miedo que alguien llame a la perrera, me capturen y me lleven a encerrar con los demás perros. Por suerte soy padrino de una organización llamada Animales Sin Hogar y seguramente ellos abogarán por mí.
Solo espero poder atenderme con mi peluquera a la brevedad posible, así, seguramente, por lo menos en aspecto los demás humanos me vean como un igual.
Che voy a terminar creyendo que mi vida es una fábula… y no una de lata como dice en la canción fabricante de mentiras. Lo digo por la facilidad y la tendencia que tengo de fabular y presentar humorísticamente cosas que veo , oigo o me pasan!