20 de julio de 1858, en la isla de Hvar, nacía el antropólogo y policía Croata responsable del método de identificación dactilar utilizado en todo el mundo, ese día llegaba al mundo Juan Vucetich. Nacido con el nombre de Iván Vučetić, emigró hacia la Argentina a los 23 años, al llegar adujo tener conocimientos de antropología, aunque nunca acreditó título alguno, por su voluntad y tenacidad las puertas se fueron abriendo. En 1888 ingresó como meritorio a la oficina contable del departamento central de policía bonaerense en la ciudad de La Plata, allí inició una carrera en ascenso constante. En 1889 fue puesto a cargo del departamento de estadísticas y unos meses después designado jefe del departamento de identificaciones. En ese entonces se utilizaba el método de identificación antropométrica creado por el policía francés Alphonse Bertillon, Vucetich despreció esa técnica y envió decenas de cartas a los departamentos de policía europeos detallando las falencias del sistema. En 1890 se encontraron dos personas diferentes que tenían el mismo conjunto de medidas y el sistema fue abandonado, el Jefe de Policía de la Provincia de Buenos Aires Guillermo Núñez, puso a Vucetich a cargo de encontrar un sistema confiable de identificación de personas. Vucetich se inspiró en métodos babilonios y persas de sellado por medio de los pulgares y en un estudio del antropólogo inglés Francis Galton para iniciar su investigación. Luego de verificar que las huellas no eran hereditarias, que no se modificaban con el tiempo, que se regeneraban idénticas y sobre todo que ni siquiera los hermanos gemelos poseían las mismas, en 1891 presentó un informe que se hizo mundialmente famoso y aceptado universalmente. La policía bonaerense inició el registro dactiloscópico de todos los condenados o convictos y posteriormente de todas las personas mayores de 18 años. En 1892 se dictó la primera condena por asesinato tomando una huella digital como prueba, en ese juicio realizado en Necochea, Francisca Rojas fue condenada a prisión perpetua por el asesinato de sus dos hijos. Una publicación del mismísimo Francis Galton confirmó la fiabilidad del método Vucetich y este se hizo legal en toda Europa. Cuando se inició la campaña de documentación obligatoria, esta fue relacionada con Vucetich, mucha gente, principalmente con antecedentes comenzó a acosarlo, por ello se exilió en dolores donde una tuberculosis acabó con su vida el 25 de Enero de 1925. Pese a los modernos métodos de identificación de ADN, casi un siglo después  el sistema Vucetich sigue vigente. Escuelas de policía y museos criminalísticos de todo el mundo llevan su nombre.

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