Este es el título que le coloqué a una serie de crónicas que escribí, atacando, ironizando o viéndole tres pies al gato a todo lo que se me ocurria o se me cruzaba enfrente. Y esta que les comparto ahora es una de ellas.

Halloween y los fantasmas

¿Vieron que en la fiesta de Halloween, que se celebra el 31 de octubre se suele rememorar todo tipo de monstruos y seres fantasmales de todo tipo? ¡Que hombres lobo, que vampiros, brujas, verdugos, calaveras, arañas, murciélagos y fantasmas etc.!

En fin, una galería de los horrores con una muy variopinta aparición de de seres fantásticos y aterradores y no sé para qué, porque en realidad los que crearon ese festejo estaban celebrando el fin de la cosecha…

Pero de toda esa pléyade de seres fabulosos, me quedé pensando en los fantasmas.

Según se cuenta, cuando alguien muere, o se va al cielo o se va al infierno, pero existen cierta cantidad de seres que por sus méritos o deméritos, no tienen derecho ni a uno ni a otro y deben quedar como en un limbo acá en la tierra y son los llamados almas en pena, o fantasmas y están condenados a vagar descarnados, asustando gente y sin contacto con ningún ser por toda la eternidad… ¡Que vamos! ¡Que es un montón de tiempo inimaginable! ¡Mmmm…! toda una eternidad, suena a mucho tiempo, ¿verdad?¡Muchísimo de verdad!! Eso solo, imagino que ya debe de ser un castigo horrible, tremendo y para nada envidiable…

Además, cuenta la leyenda que algo que identifica y significa a los fantasmas son los gritos y el ruido de arrastrar de cadenas. Yo me imagino que además del aislamiento a que fueron condenados, fueron condenados a estar siempre roncos, o casi sin voz…¡Claro! Pásense gritando todo el tiempo y la garganta se te hace flecos, imagínense  entonces los pobres fantasmas que tienen que pasarse toda la eternidad gritando. Me imagino lo jodido que debe ser cuando se reúnen los fantasmas, el poder comunicarse entre ellos, ¡claro! Todos roncos, debe ser bien difícil entenderse. Porque, imagino además, que se reúnen entre ellos, porque lo que manda la leyenda es que no pueden tener contacto con los humanos, pero nada dice de reunirse entre pares, o sea entre fantasmas. Inclusive se me ha ocurrido que hay un dicho muy famoso, que seguro debe haber nacido en alguna circunstancia cuando hacen sus juntamientos los fantasmas, y es ese que dice: “Entre fantasmas no nos vamos a andar pisando las sábanas”.

¡Y sí!, me imagino que deben hacer sus juntamientos y fiestitas de fantasmas, porque por lo menos deben conmemorar, así como nosotros conmemoramos el nacimiento, quizá ellos conmemoran el día de su muerte o fecha de haberse convertido en fantasmas…

Otra cosa es que vemos en los dibujitos y en las películas a los fantasmas existiendo detrás de  sus sábanas siempre bien blanquitas, inmaculadas diríamos, que los cubren. Y cuando parangonamos esto con el hecho de que, generalmente viven en castillos o caserones abandonados, lugares éstos que no son reconocidos especialmente por su limpieza y aseo, muy por el contrario, entonces imagínense el laburo que les debe dar a estos seres de la cofradía de la sábanas, mantenerse limpios y blanquitos, como aparecen en los dibujitos animados. Además eso de andar arrastrando cadenas no solo debe cansar mucho, sino que esa actividad debe ensuciar. No debe ser fácil la vida de  fantasma. Y más porque un fantasma que se precie de tal, nunca aparece con la sábana mugrienta de andar arrastrándolo por los pisos  sucios  y de andar   manipulando cadenas, actividad ésta que también ensucia mucho. .. ¡Y mucho! Yo supongo que, visto y considerando que siempre se los ve inmaculados enfundados en sus sabanas blanquísimas… ¡y no se si no almidonadas también! Deben de tener un montón de sábanas  para vestir, mientras mandan a lavar las que se le ensuciaron. Porque hasta ahora, los fantasmas visten con sábanas blancas, porque la humanidad usaba antes siempre sábanas blancas pero ahora la gente usa sábanas de colores, con listas y hasta estampadas, por lo que supongo que de aquí en más, los nuevos fantasmas podrán vestir de colores, rayados o estampados! Solo que haya una real orden de la cofradía mundial de fantasmas, seres intangibles y ramas anexas, que prohíba expresamente ese tipo de modernismos.

¡Y ojo! Que si existiera me parece muy pero muy bien. Porque el asunto de los fantasmas, es asustar. Y ¡Vamos! Que no te asustaría tanto un fantasma vestido con una austera sábana blanca, de aquellas de crea, ¿se acuerdan? Que uno vestido con una sábana estampada con figuras del Ratón Mickey y Pluto.

Si su función es asustar, pues bien, ¡que asusten!

Entonces Halloween sería el día, más bien la noche, del encuentro mundial de criaturas y seres espectrales. Ya que en la fiesta de esa noche, todas estas criaturas andan a suelta y todavía se confunden más con la cantidad de humanos que imbuidos del espíritu de esta fiesta, se atavían como este tipo de criaturas y pululan por doquier …

¡Es cómico!, ¿no? ¡Cualquier día del año, si los humanos llegan a ver a alguna de estas criaturas se cagan de miedo!  ¡Pero en Halloween no! Y no solo no se asustan, sino que se disfrazan para parecerse más a alguna de ellas…

¡Ah los humanos, los humanos!

Bueno por acá los dejo porque están golpeando a la puerta y voy a abrirles. Seguro será un bando de de gurices amenazando con “Trick or Truck” –“Golosinas o travesura” – Voy a ver si cosecharon muchas golosinas en sus andanzas, y así lo hicieron, me pongo una sábana que tengo atrás de la  puerta y salgo con ellos! Total debajo de la sábana nadie te reconoce y te podes hacer el “Flor de fantasma”.

                                                               By: Eddy

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