En el 326 a.C. Alejandro Magno, se lanzó a la conquista del valle del Indo (hoy entre Pakistán y la India) donde estaban asentados los asvakas, pueblo duramente independiente. Cuando los asvakas vieron que los macedonios avanzaban amenazadoramente reunieron un gran ejército para contenerlos, sin embargo sucumbieron ante el empuje falangista. Rápidamente las tropas sobrevivientes se batieron a refugiarse a la ciudad de Massaga, cuyo soberano era un juvenil rey llamado Asaac. Cuando los griegos comenzaron a asediarla este monarca fue muerto y le sucedió Cleofis, que según la historia era su madre. Cleofis inmediatamente de tomar el mando organizó y ordenó la defensa de la ciudad. Al frente de sus defensores, donde aparte de soldados, también habían cientos de mujeres reclutadas por ella, mantuvo por varios días la resistencia contra Alejandro. Más al ver que jornada tras jornada la fortaleza se desmoronaba por la gran cantidad de muertos y heridos y la falta de pertrechos, Cleofis se vio obligada a deponer las armas y parlamentar con el rey macedonio quien le permitió mantener su status de reina y retirarse con los sobrevivientes elegidos por ella. La historia narra que Alejandro a posterior destruyó Massaga.
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